La dieta tradicional japonesa: fuente de longevidad y salud
La comunidad científica siempre ha estado interesada en la alimentación japonesa y en por qué la población de Japón tiende a vivir más años que la de otros lugares del mundo. Desde el año 2012, los japoneses ostentan la esperanza de vida más larga del planeta, 87 años para las mujeres y 85 para los hombres.
Los expertos en nutrición sostienen que la combinación de alimentos de alta calidad bajos en grasas saturadas presentes en la dieta tradicional japonesa, así como la baja ingesta de carne, azúcar y alimentos procesados, son el secreto de los japoneses para una salud excelente y una longevidad por encima de la media. Además, Japón es una excepción en cuanto a que ha sabido mantener su cultura dietética tradicional a pesar del desarrollo económico y la influencia de los restaurantes occidentales de comida rápida.
Estas teorías se han visto recientemente refrendadas después de que los investigadores del Centro Nacional para la Salud y la Medicina Global de Tokio publicaran el pasado año los resultados de un estudio realizado durante más de una década a casi 80.000 hombres y mujeres japoneses de entre 45 y 75 años, que no contaban con antecedentes de cáncer, accidente cerebrovascular, problemas de corazón o enfermedades hepáticas crónicas.
Dicho estudio arranca en el año 2005 cuando el gobierno de la nación publicó una guía alimentaria como recomendación para su población. Esta guía divide los alimentos en cinco categorías: cereales, verduras, pescado y carne, leche y frutas y, como última categoría, té y agua. En esta clasificación aparece indicada la ingesta diaria apropiada para cada una de las categorías, según se puede observar en el siguiente gráfico.
Pues bien, más de diez años después, y tras un seguimiento exhaustivo de la salud y los hábitos de todas estas personas participantes en el estudio, los investigadores extrajeron, entre otras, estas conclusiones:
1. Los participantes que seguían exhaustivamente la guía alimentaria eran un 22% menos propensos a sufrir un accidente cerebrovascular.
2. Estas personas tenían así mismo un 16% menos de posibilidades de padecer una enfermedad cardiovascular.
3. En general, las personas que siguen estas directrices alimentarias tienen un 15% menos de probabilidades de morir en los próximos 15 años que aquellos que se alimentan de manera diferente.
Por lo tanto, parece claro que la dieta tradicional japonesa influye muy positivamente en la salud. El hecho de desterrar de nuestra alimentación los alimentos procesados, el azúcar, grandes ingestas de carne y aumentar el consumo de cereales y vegetales, puede ayudarnos a vivir más tiempo y con una mayor calidad de vida.