La floración de los cerezos japoneses: contemplando un acontecimiento único
Durante los meses de abril y mayo Japón se convierte en un espectáculo natural donde la vegetación toma el protagonismo. Miles de japoneses acuden a disfrutar de la contemplación de la floración de los cerezos, árboles de tradición milenaria en ese país, a los lugares donde se concentran cientos de miles de cerezos desde la antigüedad. La cultura japonesa, siempre en sintonía con la naturaleza, recoge la costumbre de dedicar cierto tiempo semanal a pasear por entornos naturales en beneficio de la salud física y mental, algo que los nipones ponen en práctica todo el año, pero que durante la época primaveral cobra mucho más protagonismo. Si estás pensando en disfrutar de este maravilloso espectáculo en persona y así tener una excusa más para visitar Japón, hoy te proponemos un recorrido por algunos de los lugares donde podrás contemplar los cerezos en todo su esplendor, además de impresionantes paisajes naturales.
Este de Japón
Parque Matsumae-koen (Hokkai-do)
En este parque, donde ciruelos y cerezos florecen a la vez, podrás disfrutar de cerca de 10.000 cerezos de 250 variedades diferentes. Además en el parque también se encuentra el castillo Matsumae-jo, el último castillo construido en el periodo Edo, junto con un museo lleno de vestigios de esta época.
Parque Ueno-Onshi-Koen (Tokyo)
Es el primer parque natural que fue designado como tal en Japón. Alberga el Museo Nacional de Arte Occidental, el Museo Nacional de Tokyo y los Jardines Zoológicos de Ueno. Posee cerezos Somei-yoshino y yama-zakura o cerezo de la montaña, dos de las variedades más antiguas de Japón.
Shinjuku Gyoen Garden (Tokyo)
Este jardín era la ubicación de la residencia samurai de la familia Naito. Posteriormente fue designado como jardín imperial y luego como un jardín nacional en 1949. Ha sido famosa por sus cerezos desde la era Meiji (1868-1912), y hoy en día se estudian en él la reproducción de distintas variedades de estos árboles.
Kakunodate (Akita)
Kakunodate se encuentra casi en el centro de Akita. Aún conserva restos de su aspecto de hace 320 años, donde se ubicaban las residencias de los samuráis. Los 152 shidare-zakura o cerezos llorosos que se sitúan en Kakunodate, sembrados en esa época, todavía florecen hoy en día y se clasifican entre los monumentos naturales de Japón, al igual que el túnel de dos kilómetros de árboles de cerezo a lo largo de la orilla del río Hinokinai-gawa.
Oeste de Japón
Toorinuke (Osaka)
Podemos encontrar más de 120 variedades diferentes de cerezos, de entre las más antiguas de Japón, como Kanzan, Fugenzo, Shogetsu o Shibayama, formando un pasaje de 560 metros de largo desde la puerta Tenma-bashi hasta la puerta Kita.mon. Estos cerezos, situados en la antigua Casa de la Moneda de Osaka, están en una de las áreas más famosas del país por sus hermosos paisajes a lo largo del río Yodo-gawa.
Templo Daigo-ji (Kyoto)
Este templo, Patrimonio Cultural de la Humanidad, se encuentra situado en un jardín de 660 hectáreas diseñado en su totalidad para disfrutar de las flores de cerezo. Posee una cascada y una isla desde donde se pueden contemplar los cientos de cerezos shidare-zakura que rodean todo el recinto.
Castillo Kumamoto-jo (Kumamoto)
Es uno de los tres castillos más famosos de Japón, construido a principios del siglo XVII. A sus pies, 800 cerezos que añaden una elegancia sin igual al castillo. Las principales variedades son Somei-Yoshino, así como cerezos de montaña e Higo-zakura que hacen de la plaza frente a la torre del castillo y el frente de Naga-bei un lugar maravilloso para la visualización de flor de cerezo. Este complejo es también un lugar cultural y alberga el Museo de Arte de la Prefectura de Kumamoto, el Museo de la ciudad de Kumamoto, el Jardín Botánico jumokuen-Kenmotsudai, y el Centro de Cerámica Tradicional de la Prefectura de Kumamoto.
Ruinas del castillo de Nago (Okinawa)
Los restos de Nangusuku (castillo de Nago) se localizan casi en el centro de la isla principal de Okinawa, en la colina de Nago. Alrededor de 20.000 cerezos con flores de color rosa oscuro (Higan-zakura) mejoran la hermosa vista de Yanbaru (el norte de la isla principal de Okinawa), la ciudad de Nago y la bahía de Nago desde la plataforma de observación.